DECALOGO. - Ordenanzas y deberes.I .-GESTACIÓNAl principio fue el verbo y el verbo fue predicado."Honrarás a quien te concibió como ser de lo que eres"II.-ALUMBRAMIENTOLuego vino la luz y con ella la sombra vino."Brillarás con doble intensidad si la luz que te ilumina te acompaña con tus hechos"III.-DESARROLLOCreció el Ser y así fué."Seguirás la senda marcada, pues otros lo hicieron por tíy para tí hecha está"IV.-REPRODUCCIÓNFactoria de réplicas."De la nada surgirán los congéneres del sexo ausente"V.- RELACIONESEl reverso omnipresente contra la levedad del alma."Huirás de los falsos mitos de inmortalidad divina"VI.-DE LO QUE ES Y DE LO QUE FUEReflexión de la serpiente."Defenderás la historia que fue escrita con la sangrede los mártires que por ella murieron"VII.- El REBELDE Y LA SOLEDAD DEL DIABLO"Asumirás la pena eterna del que violenta el Estadosi no cumplieras lo establecido"VIII.-LA MUERTE DEL CREADOR, INDEPENDENCIA DE LA CRIATURA"Solo la muerte del creador es lo imposiblepues él es el que es y el que siempre será"IX.-LA GRACIA ETERNA POR LA ENTREGA ABSOLUTA"De las gracias otorgadas disfrutarás con humildady deberás lealtad al hacedor de tan generosa entrega"X.- FIN DEL CICLOArchivar la experiencia. Reciclar la materia."Aceptarás con el honor del deber cumplidoel merecido descanso del ser"Diario de un replicante.Primer dia Anoche crucé el pasillo.
Me perseguía el loco de la oreja rota contándome al oido lo que pudo haber sido.
Caminé hasta la ventana donde yacían los insectos que no soportaron la luz de la mañana.
Miré hacia fuera pero no pude ver el cielo,
se había vuelto transparente mostrándonos el vacio de un mundo que nació sin dios.
Escribí sobre el cristal el nombre de los 12 muertos
los que yo maté y los que por mi murieron.
Me invitaban a su mesa, a la última cena de sangre y cuerpo.
Me he despertado inquieto.
Sigo vivo.
para qué?
hasta cuando?
Diario del replicante Segundo dia.
Hoy empiezo a verlo claro.
He tropezado con sus cuerpos por las calles.
Me han aplastado en el ascensor asaltandome con su ignorancia a los ojos. A los ojos.
Y ahora me arden y a ciegas digo que me atormenta conocerlos
Que tengo miedo de romperlos y aunque sé que nunca sentirán lo que yo siento
y que nunca entenderán lo que les cuento, les sigo hablando, les sigo oyendo.
mi deber es incumplirlo
mi saber es despreciarlo.
Muerte al orden.